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Kiribati

Recapitulemos

Recapitulemos Ahora que empieza la primavera del 2004, recapitulemos.

no creo en el matrimonio
no creo en los gobernantes
no creo en los vendedores
(tampoco en los vendedores de sí mismos)
no creo en las religiones
(hablando de vendedores)
no creo en las letras de las canciones de amor
no creo en la compañía de quienes no soportan la soledad
no creo en el amor de quienes no soportan la falta de sexo
no creo en los príncipes azules
no creo en el olvido
no creo en lo obvio
(es demasiado obvio)
no creo en las operadoras de telefonía
no creo en El Corte Inglés
no creo en las buenas intenciones de mis jefes
no creo en las explicaciones globales sobre el mundo y su funcionamiento
no creo en las explicaciones globales sobre la vida y su funcionamiento
(no existe libro alguno de instrucciones para tales cosas)
no creo que nadie sepa más que yo sobre mí misma

Creo en:

ciertas jóvenes personas que portan mis genes
escribir
el sexo
el ron Habana con cola cola
mi mejor amiga
la música
la ropa interior con transparencias
los jacuzzis
el aroma a té verde
las pelis de miedo
alguna hermosa gente que voy encontrando por las esquinas de la vida
viajar a Barcelona
(esto ocurrirá muy pronto :-))
el fin de la jornada laboral
reirme de cosas sin importancia
la gente, cuando está dispuesta a cambiar las cosas
la gente, cuando es sólo buena gente
la gente, cuando tiene una buena historia que contar

Y en muchas cosas más, que ahora no recuerdo, pero que suelen llegar detrás de mí como la estela de un cometa...

7 comentarios

La_Web_ona -

En casa siempre han pasado cosas raras......... es que ayer estuve viendo Rose Red de Stephen King, cuatro horas de peliculón ;-)

Kiri -

he puesto "barrido", pero quería decir barrio, claro.
Exactamente vivía en la Avenida Ciudad de Barcelona, 63.
Muchas veces voy por allí de paseo, para recordar. Cuando yo tenía ocho años y mi hermana tres, nos fuimos a vivir a Leganés, que a mí no me gustaba nada.
En fin, parece que hay por ahí muchos recuerdos pugnando por salir a la superficie.

Kiri -

Yo sólo creo en cosas muy sencillas, muy de los sentidos. Muy de la alegría de vivir. Pues, ¿qué otra cosa puede ser más importante? Para mí ninguna, la verdad.
Y tengo creencias digamos menos tangibles, digamos más elevadas del suelo, pero procuro no usarlas como agarradero. Simplemente están ahí, en el fondo de mi mente.

He leído lo del huevo de madera, sí. Lo de los puntos a las medias es uno los mejores recuerdos de mi infancia, no sé por qué. Creo que porque está asociado en mi memoria al barrido donde yo vivía de pequeña, en el cual me sentía muy feliz.

Frivo -

Curioso lo que hablas de tus libros traviesos, Kiri. Bambi hablaba ahora en su bitácora de un huevo de madera que andaba buscando y se le ha aparecido en el bolsillo.

Bambolia -

Yo no creo en las buenas intenciones de los que, como todo argumento válido, me dicen que debo cambiar porque la vida es otra cosa... ¿y qué cosa es la vida, pues?

Creer... soy tan sumamente insulsa que mis creencias cambian de un día para otro: no tengo apegos evidentes ni desapegos demasiado frustrantes -esto último es pura teoría; la puñetera y jodida verdad es que hay desapegos que duelen a perpetuidad-.

Creo... creo que una sonrisa es lo mejor que una persona te puede regalar cuando te mira a la cara.

Kiri -

Bueno, yo tengo la cabeza como una jaula de grillos y NUNCA encuentro NADA donde lo dejé.
Pero el caso más evidente y asombroso que he vivido como demostración de que los libros gozan de vida propia, fue el de Los Hechos del Rey Arturo.
Ese libro apareció un día en mi casa, empaquetadito y sin estrenar, en la estantería de mi habitación. Nadie recuerda haberlo comprado ni haberlo traído de ninguna parte.
Ha venido solo por su cuenta y riesgo.
Hay mucho que decir sobre esas criaturas extrañas llamadas libros.

Esstupenda -

También a mi me gusta Escher.
Y yo creo que hay libros que tienen vida propia y se esconden cuando los buscas donde siempre los dejaste ¿no te pasa a tí?