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Kiribati

Qué hay en la Caja de Oro

Un campo de arroz frente al Mediterráneo.

Cincuenta y cuatro citas en estos doce meses. Todas felices.

Una mesa en aquel bar, tu coca-cola y mi cerveza. Y las tapitas que nos gustan, porque los camareros ya nos conocen.

La libertad que nos regalamos el uno al otro, al no hacernos preguntas.

Mi mano dentro de la tuya. Esto es un pacto entre caballeros.

Agujas de pino y espigas.

Sabina en el altavoz.

"Nunca me canso de ti" en un sms.

"Te he echado de menos" en otro sms.

Aquella verbena de hace dos veranos, cuando todavía no, pero cómo brillaban las luces.

Cielo de Madrid.

Luna de Madrid.

Yo en la autopista.

Tú mirando las rosas de detrás de mi casa.

Dos palabras mágicas, pero no se pueden decir aquí.

Y el mundo, que ya no es el mismo desde que te hiciste un tatuaje con el nombre de esta calle.

40 comentarios

Sur -

A batallas de amor,campos de plumas.

La_Web_ona -

.

Kiri -

Ejemplo:
supongamos que, como eres alguien generoso y amigable, prestas tus libros a una persona. Y que esa persona, en reiteradas ocasiones, pasa de devolverterlos o te los devuelve rotos.
Por mucha paciencia que tengas y mucho que aprecies a esa persona, terminarás por dejar de prestarle tus libros. Y, para llegar a la conclusión de que no es prudente prestarle libros a esa persona, como no eres amnésico ni nada parecido, recordarás que tiene malas costumbres en cuanto a ese tema. Y que sus malas costumbres, a ti te perjudican, a pesar de que te has mostrado generoso.
Por lo tanto, y si su comportamiento se repite y no da muestras de querer cambiarlo, lo adecuado y lo prudente será que no le prestes más libros.
Esto no tiene nada que ver con perdones, rencores ni nada de eso. Tiene que ver con la prudencia y con protegerse lo suficiente como para vivir medianamente bien.
Si cambiamos ahora el ejemplo de los libros por los afectos, pasa más o menos lo mismo: que harás muy bien en reservarte de quien no te toma en consideración ni valora lo que recibe de ti. Lo que pasa es que este aprendizaje cuesta mucho más, ya que las personas suelen estar más viciadas en su egoísmo afectivo que en el libresco.
Cuesta más de aprender, pero también se puede, también.
En fin, esto es lo que a mí personalmente me dicta mi experiencia.
No se trata de recriminar ni de arrepentimientos ni culpas ni esos rollos. Se trata de revisar lo aprendido, fundamentalmente porque siempre se puede aprender más.

Kiri -

Ya, lo que pasa es que aquí hablamos de vidas en las que nos sentimos bien (bien, no mal), entre otras cosas porque vamos soltando lastre.
De que, como somos mayorcitos, llevamos bastante aprendido ya lo de vivir bien.
O sea, que el resultado, al menos en lo que a mí se refiere, y creo que a los demás que han escrito también, es altamente satisfactorio y producto de un aprendizaje eficaz .
No sé si lo has pillao.

La_Web_ona -

¿Y quién dice que con mi actitud no se hagan distingos?
Lo que digo es que nos complicamos excesivamente en el pre, entre y pos.
¿me beneficiará? ¿ no lo hará? ¿me querrá dentro de diez años? ¿le querré yo a él/ella? Coño que no, estar porque apetece y punto; mañana las cosas pueden continuar igual o cambiar, pero para mañana falta mucho.

Me parece innecesario buscar soluciones a problemas que aún no han aparecido.
Ejem. Cuando era joven me preguntaba si sería capaz de soportar esta relación- dice cualquier persona sin nombre ni filiación- si sería capaz de vivir en soledad si la relación se rompe.

Pues yo digo que es vender la burra antes antes de caparla, que no tiene nada que ver con discernir entre un tipo de relaciones y otras. Y no ver que te perjudica también hace mucho el no querer verlo y para eso no hay cura. Eso sí, teniendo en cuenta que lo que a uno le parece perjudicial a otros no. Cada uno es cada cual y dispone de sus masoquismos como mejor le place.

Kiri -

Eso mismo hacemos los demás, Webo. Pero ya te dije que, si no distingues lo que te perjudica, no te puedes apartar de ello. Esa es la finalidad: remediarlo para vivir mejor.
Que no te enteras.:-p

Oye, Aber, lo de la distinción genérica ha molao. Después hago varias frases inspiradas al respecto, jaja.

Aber -

Sí, Kiri, todos parecemos tener esa cruz fabricada a partir de nuestras propias fijaciones. Siempre nos gustan los o las que son más complicados o -as (día internacional de la distinción genérica).

Web-ona, como todas lo bueno, siempre es mejor encontrarlo que dedicarse a buscarlo. Julines. Me ha quedado muy lapidario, ¿no?

La_Web_ona rgarga, rgarga, rgarga -

Hace mucho tiempo que no me complico tanto la cabeza.Las cosas van y vienen y nada es inalterable. Hoy somos felices y mañana no.
¿Tiene que ser la felicidad como la busqueda del grial? Que agobio ¿no? Si tiene que llegar ya llegará, sino pues a vivir otro tipo de felicidad.

En fin, que yo hace mucho tiempo que me perdoné todos los pecados habido y por haber. Los míos, los ajenos, los pegadizos y los heredados.

De momento tengo lo que quiero tener, en todos los aspectos, mañana........ ¡¡¡yo qué se mañana lo que pasará!!!.

Kiri -

No, yo generalizaba. Habrá de todo.
Bueno, es verdad que creo que los hombres y las mujeres de una cierta edad, de un cierto medio, etc. tienen muchas características de comportamiento comunes.
Mi generación recibió unas pautas educativas y morales que luego no han servido mucho que digamos, y a mí me parece que las mujeres, debido a que nos han enseñado a ser más autocríticas, hemos cambiado de mentalidad con más eficacia.
Esa es la parte de lo que opino.
La parte de lo que sé es mi propia tendencia personal (espero que en vías de superación) a fijarme en determinado tipo de hombres, egoístas, caprichosos, dependientes y comodones.
Pero claro, todo es relativo, y, su ahora mismo preguntáramos a uno de esos hombres, pues supongo que también tendrá sus razones (más o menos legítimas) (día mundial del paréntesis) para funcionar así.
A mí no me sirven, claro, y me perjudican, o sea que adiós muy buenas.

No sé, todo en el comportamiento humano está sujeto a muchísimos matices.

Aber, letrado -

Pues sí. Los hombres somos así de malos. ¿O no? Qué lío. Será que también hay mujeres así de malas, aunque las hay menos que sean comodonas al estilo masculino. Pero haberlas, haylas. Ahora sí. Cremallera.

Aber letrado del diablo -

No sé, no sé... Todo el mundo ha sufrido por "amor" (día internacional de las comillas). ¿En serio somos tan malos los hombres como nos pintáis? ¿No usaríamos palabras muy parecidas a las vuestras para referirnos a las mujeres que nos han metido el dedo en el ojo y en algún sitio más? También he conocido mujeres comodonas, aquellas que no saben apostar, las inmaduras, las que te dan la espalda sin ninguna explicación, las que desconocen el significado de la palabra "respeto" o "convivencia". Nadie es perfecto. Yo tampoco, aunque cueste creerlo :P También me he comportado así, sin ganas de apostar por nadie, comodón, dependiente y parco en explicaciones. También hay que saber reconocerse en los defectos de los demás. Y me callo, porque me vais a dar...

Kiri -

Pues cada uno que sea lo que quiera. Lo que hace falta es no andar jodiendo (en el mal sentido) al prójimo.
Yo creo que las mujeres, de lo que más hablamos, es de remedios. Remedios para las manchas, remedios para las crisis, remedios para el desamor.
Somos remediadoras natas, por educación y por necesidad. Esto está muy bien, y es algo muy constructivo, pero algunas veces nos cuesta no empeñarnos en remediar lo irremediable.

Aber -

También es hora de que un servidor mantenga una relación un poco más convencional. Por lo que yo veo, tengo dos grupos de amigos. Por un lado están los que mantienen relaciones convencionales, de esos que se casan y tienen hijos. Por otro lado están aquéllos -sobre todo aquéllas, mira por dónde- que viven solos y que tienen relaciones poco convenionales, entre lo esporádico y lo convivencial. Me incluyo en el segundo grupo, por supuesto.

Bambi, ¿cuentan los affaires cibernéticos?

Aber -

Me siento como un intruso en una conversacion de esas que tenéis en los lavabos. Bueno, tampoco tiene por qué ser en los lavabos, puede darse en una cafetería, por ejemplo. Lo cierto es que una vez quise asistir a una de esas conversaciones en los lavabos y salí muy decepcionado, sólo se hablaba de naderías. Yo que habría dado por satisfecho mi orgullo si hubieran hablado de hombres. Pero nada. Hablaban de maquillajes y peinados. Será por eso de la paradoja del observador.

Bambolia -

Pues sí que son importantes, sí, ;-)

Hace un magnífico día. He sido mala esta mañana: Zas se ha orinado en el pasillo y lo he dejado en casa, castigado sin salir y con el bozal puesto hasta media mañana, que llegará mi padre y se lo quitará para pasearlo. No llevo bien esto de castigar, me siento fatal. Luego, en los arranques de furia, el pobre paga los platos rotos... :-( Ese es el único traspies de esta mañana. Por lo demás, ¡me siento Flex!

Besotes, y más besotes, :-))))

Kiri -

Sin duda,los hay comodones. Y la gente comodona es muy incómoda para los demás. De manera que, que les vayan dando. A dar la murga a otro lado.
Tenemos tanto derecho a pensar en nosotras mismas, en nuestras necesidades y en nuestros caprichos, como el que más. Y tenemos tanto derecho a ser escuchadas, entendidas y valoradas como personas, como el que más.

Y más que muchos.

Por lo demás, hoy hace un buen día, estreno sandalias y el café que me he tomado estaba buenísimo.
Estas son cosas muy importantes.

Bambolia -

Yo me he especializado en los que te dicen que eres su vida, y te dicen que eres su vida y te dicen que eres su vida y te dicen que eres su vida, pero cuando tú les dices que necesitas ser escuchada, te siguen diciendo que eres su vida... De los que te dicen: "como yo te he querido, no te querrá nadie más en la vida".

Y he cursado un máster en que me abandonen sin darme una sola explicación, sin atraverse ni a mirarme a la cara. Y en definitiva, parece que busque, inconscientemente, hombres que no sepan lo que es el compromiso -y no hablo de casarse y las cosas tradiconales- y de los que hay que tirar, como si de un carro se tratase, para que la relación funcione medianamente.

Quizás por eso ahora oigo hablar de compromisos al estilo happy family y los pelos se me ponen como escarpias.

Kiri, lo importante es que hayas llegado a saber qué ocurría en tu vida cada vez que tropezabas con un hombre de este tipo. A mí, en ocasiones, me invadía la sensación de que me habían vaciado por dentro, tanto era el esfuerzo psíquico que tenía que hacer para explicarle a alguno de ellos, ciertos asuntos.

Hace una semana un amigo me decía que mi "problema" con los hombres se basaba en que era demasiado indulgente y en que les daba miedo que, aparentemente, fuese más "culta" que ellos. No es cuestión de echarse flores, pero algo de verdad sí que hay: algunos siguen esperando a la mujer poco problemática y a la que pueden hacer callar con una parrafada pseudofilosófica, a la que no cabe réplica alguna.

Kiri -

Y ya me he cansao del tema.
Hasta mañana.
:-)

Kiri -

Y apreciarlas.

;-)

Kiri -

Y, ya puesta, voy a decir también qué personas me han hecho bien, mucho bien, como el hombre al que aludía en el post:
Los que han tenido que valerse por sí mismos y no se han amargado por ello. Esos saben de verdad valorar lo bueno que se les ofrece.

Que los hay. Aunque mucho le ha costado a esta protectora-dependiente vocacional aprender a apreciarlos.

Kiri -

Gru, eso tuyo no es dependencia, o lo es sólo en parte.
O no es la dependencia enfermiza de la que hablábamos.
Si tú ves la cosa compensada, sientes que das y que recibes, y esa persona te apoya en los malos momentos como tú a él, eso es una buena convivencia.
Y un buen pacto.
Y mola, claro que sí.

Kiri -

Que, toda generosidad, les pega un chute de "eres maravilloso" (más comillas), les regala momentos maravillosos y divertidos para sus pobres vidas y no les pone un piso porque no le alcanza,que si no lo mismo se lo ponía.
Después su vida se medio arregla y adiós muy buenas.

Y todo esto, sin que la gilipollas de turno (servidora) haya cobrao un duro.

Porque de cariño, compañía, sinceridad y otros pagos menos materiales, ni hablamos.

No digo yo que sea del todo desinteresada, no. Ni que no sea mi propia parte dependiente (que la tengo, por supuesto) la que me lleva a ejercer de gilipollas.

Lo que sí he entendido, desde hace poco, es que por ese lado mi resistencia ha llegado al límite.

Pero vamos que, en esta independiente, no es oro todo lo que reluce, no.
Esa clase de personas, a mí me han hecho verdadero daño. Confío en que haber aprendido a apartarlas de mi vida para que no me hagan más.

Kiri -

Y bueno, que, como estoy en mi blog, pues voy a incidir en el tema hasta que me canse.

Todos somos algo dependientes, y esto es, creo yo, bastante natural.
Pero voy a ver si consigo explicar cuál es el tipo de persona dependiente que a mí me ha hecho más daño y para el cual he tenido siempre imán, maldita la gracia.
Han sido varias personas en mi vida y no eran todos hombres, aunque obviamente las penas "de amor" (hoy es el día mundial de las comillas) son un poco más duras.
Son las personas desdeñadas por su pareja. Desdeñadas, que no del todo abandonadas, por el motivo que sea. Las personas que, en un momento de su vida, han dado un bajón de autoestima impresionante, ya que tenían dicha autoestima depositada en su pareja desdeñosa, y no en ellos mismos, que es donde hubiera estado mejor.
¿Y a quién se encontraron en su peregrinar de expulsados del Paraíso estos mártires?
A la gilipollas de turno.
Servidora.

Gru -

Pues sí, lo de las relaciones es muy complejo. Convencionalidad no va unida con satisfacción. Cada uno, como ambas decís, estará mejor en el tipo de relación que le vaya bien, que no tiene por qué ser el de "toda la vida". Lo que pasa es que la gente, cuando se siente perdida busca normas, normas que los tranquilicen, que les digan que hay un camino marcado ya y que es el correcto. Y siguen las normas sin plantearse si es lo que quieren hacer o no.

Hay veces que las relaciones convencionales funcionan y otras que no. Hay veces que las relaciones no-convencionales funcionan y otras que no. Dependen de muchos factores.

Yo soy bastante dependiente de mi relación (aunque a mí, hoy por hoy, me va bien) y no sé si los hombres lo son más o menos porque no soy la persona más indicada para hablar de ello. Él también depende de mí. La dependencia es mutua y también el apoyo en los malos momentos. Funciona porque hemos tenido suerte o yo qué sé por qué.

Pero entiendo también muy bien a las personas que deciden estar solas y que disfrutan de la soledad. Ante todo, que cada uno haga lo que le resulte más satisfactorio.

Besos, muñecas. ;-)

Kiri -

Ah, y, hasta donde yo he visto, es verdad que a los hombres les cuesta mucho más romper las relaciones de dependencia, aunque les hagan infelices.
Esto no pasa de ser una generalización y yo no pondría la mano en el fuego por mantenerla, pero conozco algún caso verdaderamente flipante.
Y no es feminismo de salón, porque la verdad es que esas situaciones, desde mi punto de vista, sólo benefician a las espabiladas que los tienen bien cosidos a sus faldas para tirar de ellos en el momento que les convenga.

Ahora bien: sarna con gusto no pica,esta es una gran verdad. O pica pero creerán que más cornás da el hambre.

Mal creído también, pero allá cada cual.

Kiri -

Pero antes sacaré la lengua a Bambi también.
:-p
Y ya no más lengua por hoy, que tendré complejo de perro.

Kiri -

Mi última sacada de lengua iba para todos menos Bambolia.

Si tú estás segura de que esa relación es la que te hace feliz, ni caso a lo que digan los demás. Ellos pueden tener muy buenas intenciones, pero mira: todavía nuestra sociedad cree que sólo se puede se feliz haciendo lo que está mandao.
Mal creído.
Mucha gente, muchísima, se mete de cabeza en situaciones que les hacen profundamente infelices, sólo porque no se atreven a ir más allá de lo que les han enseñado que es lo normal. Y sufren. Sufren estúpidamente, sin razón, porque cumplir un estereotipo caduco no es una razón válida para fundamentar la vida de nadie.
La única razón válida es la búsqueda de la felicidad, como dicen los americanos. O, al menos, la búsqueda de un estar suficientemente a gusto.

Y quien no quiera verte contenta, pues que mire para otro lado.

Yo también me voy a la compra, hala.

Kiri -

Y ya está bien, coño, que me tirais de la lengua, y no soy yo de contar nás de nás.

:-P

Bambolia -

Kiri, no nos han enseñado a estar solos y eso mucha gente lo lleva muy mal. A mí me pasa parecido que a ti, pero con la diferencia de que nunca he convivido con nadie más allá de dos o tres semanas -y siempre en vacaciones-. Y mi relación actual se basa en un distanciamiento "convivencial": compartimos los fines de semana y no todos. La gente cercana se extraña porque no entiende que no estemos deseando vivir juntos y tener hijos y esas cosas que se supone que una debe de hacer. Y yo me niego, me niego en rotundo. No quiero compartir mi espacio: necesito con desesperación estar sola. A mí me gusta la soledad, disfruto mucho de ella. Ése parece ser un pecado capital hoy en día.

Al principio hasta me sentía mal por no "echarlo de menos". Ahora sé que eso es una forma más de chantaje emocional... Una no quiere más ni menos por no saber vivir sin una persona determinada al lado. Lo único que se está haciendo así es fomentar la dependencia y no. Por ahí sí que no paso. Podré resultar fría y calculadora, pero lo que se pueda pensar de mí es casi pecata minuta si el beneficio que reporta el tener algo así claro es no maltratar mi autoestima.

Besotes, me voy a ver si compro fregasuelos, :-(

Kiri -

Lo bueno es reconocer lo que uno mismo es, cómo uno funciona de verdad.
Y no empeñarse en ser otra cosa.
Esto es un ideal, claro. Por eso decía que ni para ser "imperfecto" se puede ser perfecto. Algunas veces, la cara fea de la libertad me muerde, y fuerte. Sobre todo cuando me siento vulnerable, porque tenga las hormonas revueltas, por ejemplo.

El caso es que, hace diez años, yo no podía imaginar un futuro que fuera feliz, sin una pareja a mi lado.
En el momento presente (y, quién sabe, igual luego las cosas dan otra vuelta de tuerca, pero esto ya no es imprescindible) me imagino en el porvenir como una anciana sentadita en una mecedora, muy apaciblemente.
Y sola.
Así que nadie puede ser en mi vida, de momento, más que una sucesión de encuentros.

Kiri -

Yo creo que es tan difícil decidir guardarse la propia independencia, como renunciar a intentar adueñarse de la del otro. La independencia y la privacidad.
Creo también que las relaciones convencionales rara vez funcionan.
Igualmente, opino que hay que inventar relaciones más cómodas y más llevaderas que esos agobios que se ven por ahí.
Yo difícilmente podría soportar a otra persona que no sea mi hija conviviendo conmigo en mi casa. Lo intenté muchos años, de muy buena voluntad, pero llegué a la conclusión de que no era feliz ni por asomo.
Después tuve que darme muchas hostias hasta caer en la cuenta de que nadie puede llenar mi vida. Diría que nadie puede llenar la vida de nadie, pero no quiero ser dogmática tampoco.
Lo que pasa es que tenemos pánico a la soledad, o yo lo tenía. Y tenemos pánico al "fracaso". Y a no encajar en el mundo que nos rodea.
Pero es que el mundo que nos rodea, en lo que se refiere a las relaciones, es un completo fracaso él mismo. Encajar en él es, a mi modo de ver, encajar en un manicomio.
Y también he tenido que caer en la cuenta de eso.

Kiri -

Gracias.
Ojalá lograra funcionar con esos mismos pactos para todo.
No se puede ser perfecto ni para ser imperfecto, hay que joderse.

Bambolia -

Hermoso, hermoso hasta casi lo increíble...

Esos pactos son de los que deberían de aprender los notarios.

Me gusta.

Kiri -

Hum...Pero toda luz tiene su sombra...

Noa -

Cuánta luz despide estas palabras; hoy me las aplico.
Cuánto daría yo.

Kiri -

Muchas gracias, joven.
Esos encuentros son la sal de la vida.
Besotes.

Aber -

Me encanta que me hablen acerca de esos encuentros. Y tú lo has hecho muy bien.

Un saludillo especial de Aber.

Aber -

Jolines, Kiri, qué gonito.

Kiri -

Eso lo será usted. :-)

Gru -

Precioso.