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Kiribati

Todas las Rosas son la Misma Rosa

Todas las Rosas son la Misma Rosa LA ÚNICA ROSA

Todas las rosas son la misma rosa,
amor, la única rosa.
Y todo queda contenido en ella,
breve imajen del mundo,
¡amor!, la única rosa.

(Juan Ramón Jiménez)

6 comentarios

Bambolia -

Yo me repito una, que, aunque me pese, por su contenido estereotipado y sexista, me funciona:

"Una, dos y tres,
que guapa que soy,
que tipo que tengo
y que buena que estoy".

En 2º de BUP yo era el patito feo entre mis amigas y además, fomentaba el aire de descuidada y desgarbada. Recuerdo que cuando salíamos por las tardes de Monte-Sión -el cole-, bajábamos camino a la parada del autobús por las callejuelas del caso antiguo, cantando a voz en grito ese estribillo. Yo lo hacía con muchas ganas, y pisando muy fuerte, como para creérmelo.

Desde entonces siempre me ha resultado simpática y me da ánimos.

Kiri -

No, sólo bromeo.

De todas maneras, lo de la Chica Ye-ye me lo canto mentalmente, es cierto. En un episodio de Ally McBeal ví que una psicóloga recomendaba tener una canción mental para cantártela a ti mismo. Cualquier canción, por muy tonta que fuera, pero que te dé marcha. Y esa es la mía.

Lo del recitado de la minina es coña. Es una poesía que se me quedó grabada hace mucho, porque me hizo mucha gracia.

No te tomo el pelo, Esstu, :-)

Esstupenda -

Me desconciertas. Me tomas el pelo.

Kiri -

Esstu, la he repetido tres veces y sí que hipnotiza y eso. Como lo de ora pro nobis o así.
También sé una mu pegadiza, aunque no me acuerdo de su autor:
Tengo una gata de angora
que es una cosa divina
saca, niño, la minina
que la vea esta señora.

Este recitado y cantar mentalmente La Chica Ye-Ye, son algunas de mis poderosas armas para enfrentarme a la vida.

Esstupenda -

Jjajaja, la poesía tiene algo hipnótico como una música. Yo a veces me repito algo que aprendí de niña y me sosiega. Es de Góngora.
Pobre barquilla mía
entre las rocas rota,
sin velas
desvelada y entre las olas sola.
Repítelo en alto y verás sus amplias propiedades.

Kiri -

Descubrí la poesía, y lo mucho que me gusta y me hace sentir viva, hace pocos años. Tres o cuatro.
No sé por qué tardé tanto.
Recuerdo que, de joven, estudié la Generación del 27 y me gustó. Pero fue una reacción más basada en la estética que en los sentimientos.
Yo creo que nunca me había atrevido de verdad-verdad con la poesía. Y ahora es un vicio, un vicio nefando. Del que estoy muy contenta.