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Kiribati

Susurro

Susurro La semana pasada, alguien susurró una canción en mi oído.
Una tonta cancioncilla de amor.
Esa de "tú eres mi consentida, la niñita de mis ojos..."
Bah, un soniquete.
Y él canta muy mal, bah...
Bah, bah...Pamplinas.

Cuando me acuerdo de aquella tarde, veo florecer los nenúfares dentro de mis ojos cerrados. Me escucho, me veo, me toco, me siento, y soy tan dulce como una isla de fresas y mango, rodeada de un mar de mistela.

Más, aún más que antes.

5 comentarios

Cini -

Pues algún día tendré que probarla. Lo malo es que a mí el alcohol me sienta fatal, en cuanto tomo un poco más de la cuenta lo vomito, lo cual me ha evitado más de una borrachera, la verdad, aunque hubiera estado bien poder emborracharse en condiciones.

Kiri -

Pues sí, la mistela está buenísima y con ella pasa igual que con la sangría, que te agarras un pedal de antología sin darte cuenta.
Es bastante típica de mi tierra, y supongo que de todas las tierras donde se hace vino.
Mi tierra es el profundo Sur de la Comunidad de Madrid, cerca ya de Toledo, entre Aranjuez y Arganda pa entendernos.
Mucho vino. Mucho ajo. Mucha oliva. Mucha torrija. Muchos conejos. Alguna que otra abubilla.
Seguro que mi hermana sabe cómo se prepara exactamente la mistela.
Ella y mi cuñado elaboraban un vino casero, muy mañosos ellos. Es que la web-ona es como Angela Channing, la de Falcon Crest. Una cosa parecida, vamos.

Cini -

Gracias, Bambi, no conocía la mistela. Yo en bebidas estoy bien pez.

Bambi -

No exactamente, Cini. El mosto no lleva alcohol y la mistela, sí. Es extremadamente dulce. Se bebe casi sin que te des cuenta y el problema viene después, cuando decides ponerte de pie.

Sólo una vez me emborraché con mistela, pero la resaca fue tan horrorosa que ahora la bebo con muchísimo recelo.

Es de color ámbar, tirando a ocre.

Cini -

Mistela. Lo he buscado en el google porque no sabía lo que significaba esa palabra. Tiene que ver con el mosto ¿no?